El escaneo corporal de la gratitud. Práctica Mindfulness

escaneo corporal

El cuerpo nos acompaña en cada momento de nuestra vida, pero rara vez le prestamos verdadera atención. Esta actividad de mindfulness nos ayuda a conectar con cada parte del cuerpo, promoviendo la relajación y cultivando una sensación de gratitud y bienestar.

OBJETIVO

Tomar conciencia del cuerpo a través del escaneo corporal, promoviendo la relajación, la conexión mente-cuerpo y la gratitud por todo lo que nuestro cuerpo hace por nosotros.

PASOS PARA LA PRÁCTICA

1. Encuentra un espacio tranquilo

Busca un lugar donde puedas recostarte cómodamente sin interrupciones. Puede ser en una cama, un sofá o una esterilla de yoga en el suelo.

2. Adopta una postura cómoda

Recuéstate boca arriba con las piernas estiradas y los brazos relajados a los lados del cuerpo. Cierra los ojos suavemente.

3. Respira profundamente

Antes de comenzar el escaneo, toma tres respiraciones profundas. Inhala por la nariz, sintiendo cómo el aire llena tu abdomen, y exhala lentamente por la boca, soltando cualquier tensión acumulada.

4. Comienza el escaneo corporal

Lleva tu atención a cada parte del cuerpo, explorando las sensaciones sin juzgar. A medida que vayas recorriendo cada zona, envíale gratitud por su función y permite que se relaje.

• Pies y dedos: Nota cualquier sensación en ellos. Agradéceles por sostenerte y permitirte caminar cada día.

• Tobillos y pantorrillas: Siente su presencia y el apoyo que brindan a tu movimiento. Relájalos y agradéceles por su fuerza.

• Rodillas y muslos: Observa su peso sobre el suelo y su función en tu movilidad. Suelta cualquier tensión.

• Caderas y pelvis: Percibe su contacto con el suelo y su papel en tu estabilidad. Relájalas profundamente.

• Abdomen y pecho: Siente cómo se expanden con cada respiración. Agradéceles por proteger tus órganos vitales y permitirte respirar con facilidad.

• Espalda y columna: Nota su apoyo y estructura. Agradécele por sostenerte cada día.

• Brazos, manos y dedos: Explora las sensaciones en ellos y envíales gratitud por todo lo que te permiten hacer.

• Cuello, mandíbula y rostro: Siente cualquier tensión acumulada y suéltala. Agradécele a tu rostro por expresar tus emociones.

5. Disfruta del estado de relajación

Permanece unos minutos en este estado de calma, disfrutando de la sensación de conexión con tu cuerpo.

6. Finaliza con gratitud

Lentamente, empieza a mover los dedos de las manos y los pies. Cuando te sientas listo, abre los ojos y toma un momento para agradecerte a ti mismo por haberte dedicado este tiempo.

BENEFICIOS DE ESTA PRÁCTICA

• Mejora la conexión mente-cuerpo, aumentando la conciencia corporal.

• Reduce el estrés y la ansiedad al relajar el sistema nervioso.

• Fomenta la gratitud y el aprecio por el propio cuerpo.

• Ayuda a mejorar el sueño al inducir un estado de relajación profunda.

Esta práctica es una forma maravillosa de reconectar con tu cuerpo, cultivar la gratitud y permitirte un momento de descanso profundo. ¡Dedícate este regalo de presencia y bienestar!